Mantenimiento de las Bocas de Incendio Equipadas
El mantenimiento de las Bocas de Incendio Equipadas (BIES) será nuestro tema de hoy desde el blog de Nadin S.A. Somos una empresa especialista en seguridad contra incendios por lo que conocemos de primera mano lo esencial que es contar con estos equipos en perfectas condiciones. Además de todo ello, el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) en su Anexo II nos informa de toda la normativa en torno a la conservación de estos sistemas.
Podremos decir que existen dos tipos de Bocas de Incendio Equipadas, las denominadas BIE-25 y las BIE-45. Ambas hacen referencia al diámetro de su manguera aunque si bien es cierto que cuentan con más diferencias además de su tamaño. En el caso de las BIE-25 la manguera es más rígida y se sitúa siempre en un carrete giratorio, además, no será necesario desplegar toda la manguera para su utilización. Por el contrario, las BIE-45 sí que se deben desplegar para así permitir que la presión haga su trabajo.
Edificios residenciales, hospitales y centros de estudios de más de 2000 metros cuadrados están obligados a instalar este tipo de equipamiento contra incendios. Junto a ellos, aparcamientos o recintos para una gran densidad de ocupantes también deben contar con Bocas de Incendio Equipadas.
Los establecimientos comerciales con una superficie mínima de 500 metros cuadrados así como trasteros o locales que puedan suponer un alto riesgo de incendio, instalarán estos sistemas siempre cumpliendo con las normativas en torno a su colocación y distancias. Y es que en función del número de metros cuadrados de la superficie y de la situación de puertas y salidas, los BIES deberán instalarse estratégicamente para así cumplir su cometido con todas las garantías.
¿Qué mantenimiento precisan las Bocas de Incendio Equipadas?
Los BIES cuentan con 20 años de vida útil, y durante todo este tipo deberán superar una serie de revisiones de la mano, siempre, de profesionales como los que trabajamos día a día en Nadin S.A. Contratar a personal cualificado es básico para así asegurarnos el cumplimiento de todas las normativas y por supuesto el buen funcionamiento de estos dispositivos en momentos de emergencia.
De este modo, las Bocas de Incendio Equipadas deberán revisarse cada tres meses. En esta visita, los profesionales comprueban ante todo el buen estado de la señalización de cada sistema así como el acceso al mismo. Nunca se deben situar obstáculos que puedan cubrir o complicar el uso de este dispositivo. Además, también se pueden llevar a cabo engrases que tanto las bisagras como las lanzas puedan necesitar.
Ya una vez al año, los expertos harán una revisión meticulosa de los componentes de cada BIE. Se comprobarán también los manómetros y la estanquidad de las mangueras. Cada cinco años estos sistemas deben superar una prueba hidrostática en la que la manguera deberá soportar una presión de 15kg/cm cuadrado.