Veamos hoy desde nuestro blog de Nadinsa ¿Cómo utilizar correctamente un extintor?. En otras ocasiones hemos hablado de las normativas en torno a estos elementos de seguridad.
Mantenimiento, colocación, legislación… Son muchos los detalles a tener en cuenta en cuanto a extintores se refiere. Porque la realidad es que más allá de su óptima colocación, es imprescindible conocer su funcionamiento y cómo debemos manejarlos en caso de urgencia.
En el momento que se produce un fuego nuestro cuerpo tiende a estresarse. No es la coyuntura más habitual para las personas encontrarse ante un problema de este cariz, por lo que es esencial saber cómo tenemos que actuar en ese instante para así hacer frente a la situación teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad. Es primordial, por lo tanto, tener claros los pasos, la dinámica básica para proceder sin ponernos en peligro ni a nosotros mismos ni al resto de personas que se encuentren en la zona.
Para empezar, revisar que sea el extintor correcto
Ya hemos comentado en otras ocasiones que tipos de extintores hay muchos, y cada uno de ellos será el indicado para un tipo de fuego concreto. Como breve resumen recordatorio, es importante saber que existen extintores de tipo A, B, C y D.
- Clase A. Para los fuegos originados en madera, papel, caucho, goma o por ejemplo
- Clase B. Todo lo relacionado con líquidos inflamables como gasolinas, aceites, grasas o pinturas.
- Clase C. Es el indicado para deflagraciones por gases inflamables como pueden ser el propano o el butano entre
- Clase D. Son los extintores utilizados para fuegos originados en metales o productos químicos.
Con estos datos en la mano podremos saber rápidamente si el extintor con el que contamos es el adecuado para ese foco concreto. Como nota imprescindible cabe destacar que el extintor solo debe ser utilizado cuando el fuego se encuentra en fase conato. Si las llamas comienzan a expandirse, tendremos que evitar intentar apagar el fuego y dejar proceder a bomberos especialistas.
¿Cómo actuar en caso de inicio del fuego?
Una vez sabemos que el extintor con el que contamos es el indicado para esa deflagración, lo primero que debemos hacer es descolgarlo de su zona, con cuidado y procurando mantenerlo siempre en posición vertical. Una vez lo tengamos en la mano, debemos revisar la presión del interior, el manómetro debe señalar a la zona verde, que indicará un estado óptimo para su utilización.
Después procederemos con el desprecintado. Un paso esencial puesto que si el extintor no cuenta con pasador es probable que el elemento no funcione o no cuente con todas las garantías. Tiraremos de la anilla y podremos comenzar a sofocar el fuego. Para ello dejaremos salir una parte de la carga para revisar el funcionamiento y posteriormente continuaremos presionando situándonos siempre a unos 2 metros del fuego. Según veamos que el fuego pierde potencia, podremos aproximarnos hasta el metro de distancia.
Es esencial que siempre apuntemos directamente a la base de las llamas, procurando dibujar una especie de zig-zag. Agarraremos la manguera del extintor al borde, para así controlar mucho mejor hacia donde dirigimos el contenido. Lo haremos además con sumo cuidado ya que el agente extintor que se halla en el interior podría producirnos algún tipo de quemaduras en la piel.